Para el que dudaba: el estado que falló

Murió el estado, 29 de octubre del 2008. Viva el nuevo estado!

El mayoriteo (invalido desde el punto de vista del derecho) que ocurrió el dia de ayer (28 de octubre) en la cámara de diputados fue el tiro de gracia un estado que, finalmente, falló estructuralmente y se derrumbó. Todos lo vimos y/o lo escuchamos. Se estbleció de manera formal, un estado cruel y autoritario de corte facista. Esa es la realidad. Las leyes se acatan, pero no se cumplen. La impunidad no tiene límites. El estado y sus instituciones están muertos.

Paradójicamente y gracias a la naturaleza misteriosa del maravilloso universo que nos toca habitar, la muerte de un estado no es otra cosa que es el singo de vida de una nueva nación. La muerte nunca es el fin. Siempre es el principio de lo que vendrá.

Y para fortuna de los habitantes de México, el aliento de vida de la nación que viene hará florecer las semillas que nuestro presidente legitimo Andrés Manuel ha sembrado. Son semillas que sólo pueden dar origen a nuevas formas de convivencia que nunca antes se han visto en nuestro país. Se sentaron valiosos precedentes. Mucha gente no lo ha entendido así. Pero la verdad se ha impuesto y se impondrá.

Ningún cambio social pacífico puede adelantarse a la realidad, que siempre es fría, dura y difícil de interpretar. Los cambios son lentos y se requiere mucha paciencia, energía y capacidad para acabar con la frustración que produce la espera. No debe haber frustración porque en la vida no hay ganadores o perdedores. Solo hay causas, consecuencias y procesos dinámicos de cambio permanente.

Sabemos que la muerte del estado mexicano ocurre en un momento histórico en el que México está darmáticamente dividido en dos grupos. El grupo de los poderosos apatridas que utiliza como ariete a los medios corporativos de comunicación y a una clase media asustadiza, comoditicia e ignorante, para lucrar y oprimir al México de los pobres y los concientes. Así se ha hecho siempre y así tratarán de hacerlo en el futuro.

Sin embargo, todo es impermenente, y poco a poco, la hiedra sembrada por los poderosos acabará por ahogar a la sociedad mexicana es su totalidad. Y es precistamente en ese momento en el que se presentará la oportunidad para que los esfuerzos y estrategias de la RCP le den vida a una nueva nación.

La oprtunidad del cambió pacífico será única y la ventana de tiempo para aprovecharla, muy corta. Por esta razón es fundamental que, día con día, la RCP construya las formas de convinencia que regirán a la nueva nación, sin tomar en cuenta las viejas reglas del sistema fallido.

Nuestro presidente legítimo nos ha organizado y nos sigue guiando. Hay que continuar ejecutando con mucho empeño las tareas que nos asigna. El aliento de la nueva nación ya comienza a escucharse. Solo se necesita mucha atención y paciencia para poder escucharlo.

La ventana de tiempo para el cambio paciífico será estrecha. Hay que estar preoparados. De no ser así, solamente la violencia será la opción. Una vez que la violencia inicie, los resultados serán impredecibles.


-S